Cuando recibí la
sanación reconectiva recibí también una dosis de energía que faltaba en mi cuerpo y ánimo.
Llevaba más de un año sin fuerzas, encerrada en casa, escondida del mundo y sin alicientes para vivir, creo que se llama depresión de caballo o algo así…
Después de las sesiones de sanación reconectiva tenía tantas ganas de hacer cosillas que no he parado de trabajar, llegaba a casa dolorida pero feliz, mi imaginación no paraba de buscar cosas por hacer, por crear, estaba llena de iniciativa y creatividad, incluso volví a mis clases que las tenía olvidadas y el profesor veía todo mi trabajo acertado, no corregía nada… Wowww
Este es el síntoma más significativo del retomar la vida y volver a sentirme llena solo con estar aquí.
Otras mejorías han sido que al moverme estoy adelgazando poco a poco sin hacer esfuerzo, duermo toda la
noche del tirón. Antes casi no dormía. Las digestiones ya no me molestan; antes tenía un nudo en el estómago, la tristeza ya no me paraliza, la puedo sentir incluso pena y llorar intensamente pero sigo viviendo mi vida, antes me iba a la cama para escaparme en los sueños.
Me quedé con más ganas de sentir lo que he sentido en las sesiones, tengo claro que haré
la reconexión cuando tenga el dinero que lo tendré en el momento adecuado.
La energía sigue en mi pero me he dado cuenta que cuando mis sentimientos se alejan del amor dejo de sentirla y me siento perdida como si hubiera retrocedido pero no es así, en cuanto vuelvo a mi centro todo vuelve a ser lo que está siendo mi vida desde la sanación.
Te agradezco infinitamente tu regalo hacia mi. Estaba perdida y necesitaba una mano amiga y la encontré en ti y en las sesiones de sanación.
Gracias
Mariam, de todo corazón.
Bendiciones.